Hay diferentes tipos de “brillo”. -Estoy convencido de que si no fuera por las gigantescas masas de energía que brillan en el cielo yo jamás voltearía hacia arriba. (O por lo menos eso creía yo; Porque la tenía a ella y a su absurdo brillo injusto con el que me tocaba todos los ritmos y pausas en cada uno de los sentidos e ideas posibles cuando la tenía en frente y tan psíquicamente adentro, cuando se ponía a bailar con la extraña e ilógica música de las gotas rebotando por el suelo y en los techos o cuando era tan simplemente solo ella haciendo equipo conmigo a la hora de ser los más raros…) Esta es solo una memoria inconexa a mi emoción actual, hace mucho que un recuerdo no me hace sonreír. ¿Sera que tal vez cometí un error, y que de tanto repetirles perdieron por completo sus colores? Tal vez solo fue que el brillo se fue apagando por razones que entendí muy pronto y ahora solo puedo pensar que el cielo ya solo me parece tan básico y ausente, como si en algún extraño momento en mis días, el azul y el gris dejaron de ser diferentes y ahora sé que en realidad son lo mismo. Porque aquí todos llovemos y también a veces le coloreamos el día y la boca a alguien. Hay otros días como hoy, que no tengo mucho en quien o que pensar, incluso me atrevería a decir que otra vez me encuentro profundamente aburrido sin correr el riesgo de perderme, pero tan desconectado de tantas cosas… Es como decir que estoy perdiendo la capacidad de sentir o de interesarme en algo y entonces dudo y me cuesta lidiar con esto. Detesto la idea de pensar que me he vuelto frio o un tanto opaco. Siempre me pregunto qué hacía que me parara en medio de la madrugada a escribir la idea que imagine posible, “se llamaba otoño y el único que se secó fui yo.” ¿Y duele? “No ni si quiera es eso. Es algo mas simple, es ausencia. Y en el mejor de los casos desaparece en cualquier sonrisa, en la propia o en la de esa persona que va llegando.” O por lo menos eso me decía a mí mismo. Hay demasiada gente queriendo regresar al pasado, queriendo empezar de cero y sin embargo yo aquí todavía atorado e ensimismado en la infinita duda de a donde me dirijo, en donde o con quien estarán mis silencios, mis risas o mis llantos en los próximos treinta minutos. Estoy contando el tiempo para salir de esta inmediatez. Lo que quiero decir es que se que este estado es temporal, y que solo es cuestión de salir a mojarme un poco los miedos para escapar de todo este sentido. Detesto a la gente cuerda y reservada. Definitivamente no quiero una vida ni un cariño simple, quiero que alguien venga y me lo complique todo de la manera más honesta y tierna posible. Esta es la única alternativa que me queda para no volver a ver el cielo, porque hay diferentes tipos de brillo y ninguno como el que se te impregna en un abrazo.
