Este mundo aún necesita de mucho amor, muchos besos, muchos abrazos, muchos "por favor cuídate", muchos "perdóname" y "lo siento", muchos trenes que detener y otros que hay que abordar corriendo para alcanzarles, muchos días de silencio sin una sola palabra de por medio para aprender a conocer y reconocer a una persona llena de pasado, de memorias, de equivocaciones, de miedos y de muchos actos que aun buscan su escenario o una vida para poder brillar.
Después de sobrevivir a un corazón roto entre sonrisas, letras y una lluvia que aún cae en mí y que me dejo la chica a la que más he amado en mi vida cuando me dijo “adiós”. Pude entender que el mundo no es tan malo como lo perciben o como siempre lo han querido sobrevivir los que alguna vez creyeron que ya nada volvería a ser lo mismo. Y aunque a veces parezca que a este mundo le sobran tantas renuncias, tantos escapes, tanta gente ocupada en cosas que no sonríen o que no están vivas, cobardes de tiempo completo, almas a medias que hieren a cualquier sueño del que les hacen parte, personas que callan lo que deberían gritar, amorosos que reprimen lo que llevan dentro, gente tan rota que ya no vive ni muere por nada o alguien a quien valga la vida darle un poco de lo que somos, parejas que no saben a dónde van o porque siguen juntos, humanos que no se reconocen en un espejo y que no saben quiénes son realmente, sin contenido, tan desconectados de sí mismos y sus entornos.. A pesar de lo mucho que falta y de todo lo que le sobra a esta vida. A quien hoy le falten ganas de vivir o de morir por algo o por alguien. Vaya y diga todo lo que siente. Róbenle un beso a su sueño más grande. Vayan y busquen magia donde les dicen que no la hay. Y créanme, no hay baritas mágicas ni hechizos o encantamientos para obtenerla. En este mundo. Solo hay amor. Y eso, en tiempos modernos como hoy, donde ya casi nadie guarda uno de escala estelar en sus pechos, es lo más parecido a cualquier tipo de magia que este planeta
vaya a poder ver algún día. Porque... ¿Qué es una vida sin amor? La respuesta es. Nada. Esa no es vida.
