Nadie entendería las cosas que hacemos o aquellas que sentimos. Si me preguntan por qué pase toda la mañana del día de hoy sentado en la banca del parque, no tendría ninguna otra respuesta que no sea ella. El preciso instante en el que me percibo distante de cada cosa que me rodea me aterra infinitamente. A mí ya nada que no tenga su sonrisa, su altura y su toque, ya no me conquista ni tampoco cambia el orden y el flujo en mis días. No es amor lógico de lo que hablo, es una conexión sin sentido que no me permite regresar. ¿Pero dime, que es todo esto que quedo? Solo somos, instantes de ayer, el ahora y este lugar donde solamente estoy perdiendo el tiempo, porque ciertamente cualquier lapso o episodio en mi vida en el que tu estés ausente me parece eso. Una completa y estúpida pérdida de tiempo. Sin embargo… en 24 horas, después de que el viento termine de soplar y mover todas las hojas del suelo o en lo que alguien más viene y tropieza con todo este desastre y vacío en nosotros. Hasta entonces. Yo aun seguiré aquí, perdiendo todo lo que ya ni si quiera se si puedo perder. Sigo sin entender las reglas de este juego que a veces resulta y parece como escribirle a un fantasma que vive dentro de mi… Se que si la llamo todo podría empezar, o terminar desde un principio. Tal vez a veces escribir es llegar tarde o explicar algo que ninguno de los dos debería haber permitido que pasara, no nos gustan las historias tristes y menos las que acaban así. Aun puedo sentir la fuerza de sus palabras cada que cierro los ojos. Recuerdos, esbozos, el sonido de su locura y un par de fotografías difuminadas que alcance a tomar en mis sueños. Vaya que ya ha llovido mucho. Y yo, me temo que me he convertido en la clase de chico que siempre lleva un paraguas consigo. Yo y mi manía de autolesionarme la poca fe que me queda, sentado aquí... donde empieza a parecer que siempre es invierno, aunque el sol brille de una forma tan ridícula que ni atómicamente y ni de cerca te supera a ti. ¿Qué hora es ya? o, mejor dicho, ¿qué hora no ha sido todavía? Cuántas palabras son esperas y silencio. Y cuántas ganas de que alguien llegue sin que vaya de paso para ser el final del camino o “regreso”, dime ¿cómo es que se le llama a ese lugar donde casi siempre estuvimos?. ¿Sentido, alegría, razón, camino o tan solo…? ¿Aun nos alcanzaran las ganas para cruzar el horizonte que divide lo que no hicimos bien del podemos? Por favor, que alguien me diga que hoy es el día que ella sentirá la nostalgia del abrazo que no termina, la noche que todavía no es día, o el beso que se da con un par de sonrisas. Yo ya no se arreglar las cosas. No sé reconstruir sus ruinas. Aprendí tanto de correr tras tantas causas perdidas, que acabaron perdiéndome a mí. ¿Porque sigo quieto? Cada vez hay más nada. Y sí. Joder ahora sí que estoy perdido y la única respuesta que tengo no me alcanza para llegar a ella...
